La CRD102 ha sido algo más que un nuevo proyecto. Nuestro equipo estuvo trabajando en una preciosa BMW R100 de 1981 para sacarle todo el potencial que lleva dentro. Este proyecto ha sido un auténtico reto logístico, ya que había que realizar el envío a la ciudad rusa de Vladivostok, situada a unos 10.000 kilómetros de nuestro taller.

Enviar nuestras motos tan lejos siempre es un ejercicio de autocontrol y paciencia, tanto para el cliente como para nosotros.

Kirill, el propietario de la CRD102, es un luchador profesional y es de esas personas que tienen muy claro lo que quieren en todo momento. La moto debía tener un aspecto arrollador, con ruedas de tacos Continental, cuero marrón en el asiento y un depósito con una exquisita pintura metalizada.

Nuestro equipo se empleó a fondo en realizar otra de nuestras obras de arte, manteniendo el aspecto clásico, pero con la última tecnología.

 

 

Después de haber terminado el proyecto, quedaba la parte más delicada, el envío. Se tomaron las medidas pertinentes para realizar la estructura de metal de la caja, en la que nuestra moto viajaría a Vladivostok y finalmente se encerró con unas planchas de madera, dejándola lista para el viaje.

Después de unos días de incertidumbre, la moto llegó sana y salva. Su nuevo dueño nos felicitó por el trabajo realizado y nos mandó varios vídeos con su nueva CRD.

Estamos muy orgullosos de haber hecho realidad el sueño de Kirill, la CRD102.